Con una exposición de fotografía, en la cual plasmaron su historia de vida, adolescentes y jóvenes del Centro de Formación Juvenil Buen Pastor, culminaron el primer módulo del taller de comunicaciones, con el cual se prende que hagan una introspección y resignifiquen su realidad para cumplir con su proceso restaurativo.
“Es una experiencia interesante el compartir con ellos y mostrarles que todos nos podemos equivocar pero con pasión, estudio y práctica podemos salir adelante; la vida no es fácil y debemos aprender de las cosas que nos pasan” señaló Juan Pablo Rueda, reportero gráfico del diario el Tiempo y quien fue invitado a la exposición, elogiando varios de los trabajos vistos.
“Me parece chévere que todos tienen sus metas, sus sueños, su inspiración para luchar y eso es lo que uno debe tener claro en la vida; les dejé algo de mis experiencias como profesional y persona, y también aprendía de ellos” agregó.
“La fotografía como la vida es pasión, amor y obviamente hay que aprender muchas cosas pero se logra; aprendan, estudiar lo que uno quiere es muy rico y que siempre estén enfocados en el estudio porque los sueños se cumplen” continuó.
Durante el módulo, los adolescentes y jóvenes trabajaron la historia de vida desde la fotografía, teoría y práctica, algo básico del mundo de la fotografía, importancia de la fotografía como forma de denuncia. “Se les quiso mostrar que es una buena opción para su proyecto de vida, es una herramienta para orientarse en la construcción del mismo y está la parte restaurativa, donde buscamos que los chicos escriban su historia y por medio de ella resignifiquen su realidad, escribiendo sobre cómo se ven en el futuro y qué quieren hacer de su vida cuando egresen del centro”, señaló Katherine Lara Estacio, comunicadora social del CFJ Buen Pastor.