Tomando las medidas necesarias para evitar la propagación del COVID-19, jóvenes y adolescentes del Centro de Formación Juvenil Buen Pastor, participan en el proceso de aprendizaje de panadería.
Bajo la orientación del Instructor de Taller Mario Hernán Castro, los beneficiarios reciben orientaciones de cómo fabricar, procesar y hornear diferentes productos de panadería básica como: muffins, galletas, pandebonos, buñuelos, panes dulces, entre otros deliciosos productos.
“Es importante desarrollar los talleres de panadería dentro de los Centros de Formación porque esto le permite a ellos tener una herramienta para su vida su vida útil, diaria, su qué hacer y les ayude a crecer como personas para la sociedad”, expresó el instructor de panificación.
Una vez aprenden, demuestran aptitudes y un buen comportamiento, algunos jóvenes son convocados para ser parte del grupo de panaderos del Centro de Formación, quienes son responsables junto al tallerista de hacer la producción necesaria para la alimentación de los demás beneficiarios, “es interesante ver la necesidad de tener convicción, la vocación y la experticia para trabajar con los jóvenes y adolescentes; todos los días hay experiencias nuevas, anécdotas y situaciones que lo ponen a uno en el contexto de la educación para mejorar el proceso con los muchachos”, manifestó Mario.
La ONG Crecer en Familia busca generar espacios vocacionales que incentiven a los jóvenes a encontrar nuevos procesos que los apasionen con el fin de modificar algunas actitudes en sus estilos de vida a través del desarrollo de sus aptitudes.