Buscando a un particular Educador por el Centro de Formación Juvenil Buen Pastor, para realizar la entrevista que me había prometido días antes; lo encontré en la cancha sintética supervisando un partido de fútbol que jugaban los beneficiarios que allí conviven; no tuve que preguntar dónde estaba, pues sus características carcajadas, muy ruidosas; me llevaron hacia él. Cristian Gaviria es un ejemplo exitoso de resocialización Centro de Formación Juvenil Buen Pastor; fue personero cuando estaba cumpliendo su sanción dentro de la institución, donde hoy labora. Inició el 1 de septiembre del 2014 como Educador: “Cuando comencé a trabajar todo en mi vida cambió, mi estabilidad, todo el tiempo mantengo aquí y cuando llego a la casa estoy con mi familia, la relación con ellos es mucho mejor ahora” expresó Cristian, un poco pensativo pero feliz, como siempre se le ve recorriendo los pasillos de su trabajo, sus compañeros lo estiman bastante; pues su alegría contagiosa hace que los días difíciles en el trabajo sean un poco más formidables; además, casi siempre las personas que están a su alrededor ríen sin parar: “es un compañero muy buena persona, lo conocí aquí debido cuando estaba haciendo su proceso como adolescente y ahora como trabajador, su personalidad alegre todos los días le dan a uno ganas y voluntad de seguir adelante”, contó su compañero y amigo Fabian Grajales.
El empleo en la ONG lo consiguió por su buen y destacado comportamiento durante su estancia en el Buen Pastor, al ser personero lo conocieron muchas personas que lo ayudarían a salir adelante, pues veían que los cambios que tenía cada vez eran más positivos; por medio de su psicóloga logró conversar con Sulamita Kaim, representante legal de organización quien al salir le dio la oportunidad de vincularse.
“Lo que más me gusta del socio Cristian es que él tiene tiempo para aconsejarnos y hablarnos de cómo hizo para salir adelante y no recaer aquí o ir a parar a otro lugar peor, es de los buenos y es un buen ejemplo para los que estamos aquí” dijo uno de los jóvenes beneficiarios del Centro de Formación. Cristian cerró su entrevista con una reflexión personal y que quizá sea un mensaje para los adolescentes y jóvenes que quieran salir adelante: “Lo que más me ha gustado de trabajar con la ONG es que los jóvenes me vean como un ejemplo a seguir, por todo el proceso que hice dentro del Buen Pastor, a veces algunos jóvenes me preguntan cómo hacer para vincularse.”