Con diversas actividades que tuvieron como objetivo fortalecer la comprensión y expresión de los vínculos afectivos entre los adolescentes y jóvenes con sus figuras positivas, la modalidad Libertad Asistida Vigilada de Cúcuta, cerró con ‘broche de oro’ el mes de mayo, mes dedicado a las madres. Una escuela de padres, detalles y cartas de amor hacia sus progenitoras por parte de los usuarios y usuarias, espacios de reflexión personal y emocional, caracterizaron este final de temporada.En una de las jornadas se abordó el concepto de vínculo afectivo, sus diferentes tipos (familiares, amistosos, románticos, entre otros) y diversas estrategias para fortalecerlos, como la comunicación asertiva, la empatía, la escucha activa y el tiempo de calidad compartido.Se invitó a los usuarios a realizar una actividad creativa: escribir una carta dirigida a una persona con la que sientan que mantienen un vínculo fuerte y significativo, brindando asi un espacio de reflexión personal y emocional, donde pudieran expresar sus sentimientos, gratitud, recuerdos y experiencias compartidas, utilizando la escritura como herramienta de conexión y afecto. Esta dinámica permitió a los jóvenes reconocer la importancia de los lazos emocionales en sus vidas. iguaalmente, se llevó a cabo una jornada conmemorativa centrada en la elaboración de pulseras como gesto simbólico de reconocimiento hacia figuras maternas o cuidadoras. Así se integró la creatividad manual con la expresión emocional, permitiendo a los participantes construir un objeto significativo para sus madres.Más allá del componente manual, la jornada buscó fomentar la reflexión sobre los vínculos afectivos, el agradecimiento y la importancia de los gestos simbólicos como forma de comunicación emocional. En un ambiente seguro y respetuoso, cada participante diseñó una manilla cargada de sentido, reconociendo el valor de quienes han ejercido un rol cuidador en sus vidas.
Del mismo modo, se abrió un espacio de orientación a través de escuela de padres dirigida por el operador pedagógico en las instalaciones físicas del colegio María Concepción Loperena-salón audiovisual; obteniendo la participación de usuarios, referentes afectivos, asistencia social y Juez del Juzgado Primero Penal para Adolescentes, docentes del plantel educativo y guías espirituales del Centro Cristiano Emmanuel.Allí se llevó a cabo un espacio dinámico reflexivo promoviendo la restauración de los vínculos afectivos en base de la comunicación, el amor, el perdón y la unidad familiar. Dentro del mismo, se obtuvo una alta participación mediante recreación vivencial de casos expuestos en la experiencia familiar frente a la toma de decisiones, compartimiento del tiempo de calidad, apoyo emocional, entre otros.