Como parte del proyecto educomunicativo implementado en el Centro de Formación Juvenil Buen Pastor, Adolescentes y jóvenes pertenecientes al Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, SRPA, finalizaron el módulo de comunicación y reconciliación, con el cual se busca la identificación de conceptos básicos y el desarrollo de competencias comunicativas que ayuden a la reflexión sobre temas como el perdón, el olvido y la reconciliación.
El evento, realizado desde el eje académico y vocacional por la especialista de área Andrea Mendoza, fue apoyado por el formador de convivencia Gildardo Arías y el gestor Institucional William Obando.
“Es gratificante poder evidenciar el fortalecimiento de la capacidad de los participantes para restablecer relaciones afectadas por conflictos no resueltos por múltiples factores como enemistades, fronteras invisibles, guerra entre pandillas o malos entendidos; parte de esto se ha ido logrando a través de la empatía, pero también se trata de entender por qué el comportamiento de los demás y respetar las decisiones tomadas. Esto con el fin de que los muchachos sean conscientes de cómo sus conductas afectan las relaciones interpersonales y lesionan la ley, para que logren asumir la responsabilidad personal y social enfrentando las consecuencias de sus actos”, explicó la especialista de área Andrea Mendoza.
Según el Plan de Atención Institucional, PAi, operado por la ONG Crecer en Familia, en las modalidades de privación de la libertad se pretende que los adolescentes o jóvenes reconozcan las afectaciones que su vinculación en acciones ilícitas han traído en aspectos de su vida personal, familiar y contextual; se busca que ellos adopten una postura reflexiva para, posterior al reconocimiento, generar acciones y estrategias que permitan llegar a la restitución y restauración del daño ocasionado.
“Considero que es importante enseñar o implementar estrategias pedagógicas que funcionen para mejorar la convivencia en los centros de formación, no solo por medio de este taller que busca a través de la comunicación asertiva que los adolescentes y jóvenes encuentren o descubran mecanismo para solucionar y gestionar, de maneras no violentas, los conflictos que se les presentan en sus entornos. Para lograr todo esto también son importantes los factores de prácticas restaurativas y de reparación que son trabajados en la institución con el apoyo del equipo interdisciplinario. Todo es un trabajo en equipo que vamos a ir consiguiendo poco a poco”, puntualizó la Especialista de Área.